Miguel Suárez

Dos estudiantes suecos fueron deportados de Colombia el 26 de febrero, después de haber sido detenidos y conducidos a la sede del temible Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), en la ciudad de Santa Marta, al norte del país.

Los estudiantes se encontraban en Colombia participando de actividades de intercambio estudiantil entre la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU y la organización Red por Colombia, (Colombianätverket).

Después de seis horas de interrogatorio fueron dejados en libertad con la orden de abandonar el país en menos de 48 horas. Antes de ser liberados y como condición para la liberación, fueron obligados a firmar varios documentos donde debían asegurar que fueron “bien tratados” por el Departamento Administrativo de Seguridad, (DAS).

Dos días después, el viernes 26 de febrero fueron deportados a Suecia.

Los estudiantes suecos almorzaban con sus compañero colombianos, cuando vieron que eran filmadas por alguien de la calle. De repente llegaron varios escuadrones de la policía de seguridad de Colombia y comenzó a hacer muchas preguntas «, dice Parisa Maleki, presidente de la Red Colombiana, quien participaba en ese intercambio, pero en otras partes del país.

El motivo para la detención y los interrogatorios, según adujeron eran controles de rutina. La explicación oficial de la deportación fue de que los estudiantes tenían “visa de turistas” y que según esto no podría realizar ningún trabajo en Colombia, pero oficialmente el DAS no pudo señalar ningún caso concreto de violación a la ley colombiana.

En el transcurso de esta detención fueron aisladas entre ellas y sin la presencia de un abogado, violándoseles el derecho al debido proceso y a una defensa, fueron interrogadas por separado con el ánimo de conocer los intereses de la visita, información sobre los acompañantes y de la organización que las invitaba. Los datos de varios de los acompañantes de la ACEU además de fotos y videos, reposan en los informes del DAS de la región ampliando aun más nuestra preocupación por la seguridad e integridad de los mismos.

La embajadora sueca constantemente trató de comunicarse con los responsables del desmedido operativo policial, pero le descolgaron el teléfono de las oficinas del DAS cuando intentaba comunicarse con el encargado para hallar respuestas sobre la detención.

“Vemos esto como un claro intento de intimidar a las organizaciones internacionales a cooperar con las organizaciones de derechos humanos en Colombia, y de intimidar a las organizaciones nacionales en el silencio. Es una amenaza para la democracia y la libertad de expresión” dijo Parisa Maleki.

En efecto, la detención y deportación de los estudiantes suecos, muestra cómo, valiéndose de diferentes argumentos, el gobierno mafioso de Colombia intenta evitar que diferentes organizaciones europeas viajen al país y se enteren de primera mano sobre las graves violaciones de los derechos humanos en Colombia, donde están implicados sectores oficiales como el Das, el ejercito y la policía.

El mismo fin buscan con los supuestos vínculos entre las Farc-EP y ETA, donde bajo el pretexto de estos vínculos se pretende prohibir a organizaciones españolas visitar Colombia.
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